Museo de Almería

 


La obra Extraterrestre (2005) en la colección permanente del Museo de Almería, en la sala dedicada a la Figuración y nuevos realismos desarrollados a partir de la década de los años 1990. Junto a Abraham Lacalle, Pérez Siquier, Manuel Falces, Huecas o García Ibañez.

"Creador de mundos imaginarios donde los paisajes vividos y la realidad cotidiana del artista se transformaán en inquietantes perspectivas naturales o urbanas habitadas por enigmáticas arquitecturas y personajes/seres de formas esenciales en los que no tiene cabida lo anecdótico, por las propuesta figurativa de Paco de la Torre discurren ecos de la pintura metafísica y surrealista de Giorgio de Chirico mezclados con una ironía de raíz española y una actitud vanguardista que le emparenta con clásicos de la nueva figuración española como Guillermo Pérez Villlata".

Museo de Almería.

 

 

Figuraciones

 

Paco de la Torre participa junto a Juan Manuel Bonet, David Pérez, David Barro y Luis Armand en la mesa redonda Figuraciones. Muelle de Levante en la pintura valenciana en el Auditori Alfons Roig de la Facultad de Bellas Artes_Universitat Politècnica de València, una mesa redonda bajo el título FIGURACIONES_Muelle de Levante en la pintura valenciana. Se trata de un encuentro de reflexión y debate en torno a la trayectoria, influencias y derivas de la pintura figurativa valenciana desde la exposición programática Muelle de Levante en 1994, así como su posición en el contexto nacional e internacional.

 

El tiempo de las canciones

 

Andrea Bloise, Angie Kaak, Belén Franco, Carlos García-Alix, Charris, Chema Peralta, Damián Flores, Dis Berlin, Fernando Martín Godoy, Sicre, Jaime Aledo, Joël Mestre, José Miguel Pereñíguez, Juan Cuéllar, Jorge Tarazona, María Gómez, Paco de la Torre, Roberto Mollá, Sara Quintero, Sergio Sanz, Teresa Moro, Tomás Mendoza,...

 


45 RPM

Esta exposición es un homenaje a las canciones. Quienes tuvimos la suerte de tener tocadiscos de jovencitos, paladeábamos la música canción a canción en los discos de 45 rpm. A parte del encanto de sus portadas, en ellos estaba generalmente lo mejor de los LP’S.

El impulso de querer escuchar determinada canción, tenía la ritualización inevitable de sacar el vinilo de su funda, colocarlo en el giradiscos y finalmente con delicadeza posar la aguja. Antes de esto, estaba la decisión de elegirla entre todas las que nos tentaban en la tienda discos, pues era un objeto caro.

Ahora que la música parece llovida del cielo, con Spotify o los MP3, los tres minutos que solía durar una canción, ya no son el formato con el que se suele disfrutar la música. El mismo empacho se ha impuesto en los interminables CD’s, frente a la más o menos media hora que duraban los LP’S.

Me temo que ese cambio no es algo que tiene solo que ver con la forma en que se reproduce la música, sino con la esencia de lo que es o no es una canción.

Hoy mucha gente confunde “temas” con “canciones”. Simplificando, la diferencia entre uno y otro sería que un tema se nos olvida a los pocos minutos de haberlo oído; una canción, buena o mala, se nos graba, a veces a fuego, en nuestra memoria. Basta una ráfaga de notas de una canción que no escuchábamos hace años, para que cobre vida de nuevo. Un tema, debido a su naturaleza amorfa, nace de la nada y se va al olvido. Una canción, a veces a pesar nuestro, es un “alien” que vivirá para siempre dentro de nuestra mente o de nuestro corazón.

El título que he elegido para esta exposición es la frase con la que suele iniciar su programa ‘Islas de Robinson’, Luis de Benito en Radio 3. Un programa que, al igual que el imprescindible ‘Flor de pasión’ de Juan de Pablos, recomiendo siempre a los fanáticos de las canciones.

Aunque, por desgracia, es raro que nos pidan portadas a los pintores, somos probablemente el gremio que más música consume y que por lo tanto más disfrutamos de su influencia.

Dis Berlin